San Francisco Javier 6

Concurso de viviendas de Protección Pública patrocinado por la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid para el solar de “San Francisco Javier 6”

 

Lugar:   Sanlúcar de Barrameda, Provincia de Cádiz, España

Uso del edificio:   Vivienda

Autor:   Izaskun Chinchilla

Colaboradores:   María Carmona Díaz, Manuel Pascual García

Fecha:   Periodo de diseño 2008

Premios/Publicaciones:   Mención en el Concurso

 

Este concurso proponía resolver el diseño urbano de una manzana completa y la arquitectura de un edificio de viviendas de protección pública que solo ocupaba una parte de dicha manzana, dejando el resto del espacio urbano y de su arquitectura indicado como ordenación o volumetría.

Las condiciones urbanas de edificabilidad, ocupación, altura de cornisa o alineación descritas para la manzana del concurso en el planeamiento vigente eran claramente contrarias a la obtención de unas buenas condiciones para la aplicación de técnicas bioclimáticas. La adecuada orientación del edificio y de sus viviendas, y por tanto, la máxima utilización de luz natural en interiores, así como la implementación de ventilación cruzada en todas las viviendas, requieren modificaciones del planeamiento que este proyecto propone realizar a través de un Estudio de Detalle. Además de esta modificación de las condiciones de partida en aras de un mayor aprovechamiento bioclimático hemos tenido en cuenta otros criterios de diseño urbano. En términos de sintaxis espacial queremos hacer reconocible el lugar y fomentar la orientación y el buen uso por parte de los ciudadanos. Por eso optamos por ubicar una plaza en el centro de la manzana, coincidiendo con el ancho mayor del espacio. Los accesos de la plaza se realizan directamente desde las calles contiguas o a través de dos nuevas calles que se incluyen en el solar. El nuevo edificio de viviendas y sus volúmenes construyen las fachadas de estas calles permitiendo que aparezca un trazado claro y bien dimensionado en un entorno con escasa planificación urbana. Así el edificio, de viviendas busca con su fisionomía garantizar la luz solar y conformar espacios públicos de calidad dentro de la manzana.

Otros factores que se han tenido en cuenta en el diseño de la propuesta son los problemas generados por la arquitectura y el urbanismo de bloque abierto. Los problemas del bloque abierto del urbanismo moderno son ahora conocidos y se han estudiando ampliamente: falta de identificación entre espacio público y espacio privado, dificultades de mantenimiento o desfragmentación de la escala urbana son algunos de los más conocidos. Creemos, sin embargo, que la manzana cerrada es ineficaz a la hora de generar escalas de urbanidad intermedias cuando estas no fueron introducidas en el planeamiento inicial, como es el caso. Si rehabilitáramos con manzana cerrada un barrio con carencia de espacios públicos estaríamos condenando a la zona a una extraordinaria pobreza en los usos sociales del espacio. Por ello, en el conjunto de la manzana, pretendemos construir un trozo de ciudad donde no se distinga entre arquitectura y urbanismo como figura y fondo sino que se constituya un tejido común definido con normas compartidas. Este conjunto edificado preserva dos calles públicas peatonales y una plaza central que permite compartir urbanidad generando espacios claros, programados, identificables y seguros.

Así, las viviendas de dos dormitorios forman dos crujías paralelas a la alineación NW que son secundadas por dos columnas de viviendas de cuatro dormitorios y una torre de viviendas de tres dormitorios en una volumetría que recuerda más a un fragmento urbano que a la limpieza compositiva de una pieza edificada y exenta. Todas las orientaciones se corrigen mediante la incorporación en fachada de giros a modo de ‘bow window’. Todas las viviendas son pasantes. La torre formada por los apartamentos de dos dormitorios sirve, además, de ‘ojos’ a la plaza, proporcionando la vitalidad y la seguridad que Jane Jacobs recomendaba para las ciudades americanas. Por el tratamiento en sección y por la aparición de espacios abiertos entre los ‘bow windows’ las vistas en cualquiera de los apartamentos nos recuerdan a las de un ático. Jugamos con la idea de extender las condiciones de los áticos (hasta un 30% más caros que el resto de plantas en precio de mercado) a todas las viviendas.

En el espacio público combatimos la ausencia de programa característica del bloque abierto. Introducimos un programa urbano, concreto y específico, que garantice la vitalidad del espacio público. Queremos reconocer y dar cabida en nuestras ciudades a un fenómeno contemporáneo enormemente característico: la Abuelidad. Hemos diseñado una Plaza para Abuelos con niños o niños con abuelos. Lejos de un diseño urbano genérico buscamos las condiciones de diseño específicas para este uso. Los espacios libres incorporan un área de movimiento, en forma de circuito cerrado, donde los niños montan en bici, corren, con independencia y seguridad. En el centro de la plaza se ubica un área de reposo, acondicionada espacialmente para los mayores, desde donde puede verse el conjunto completo del circuito. Todas las decisiones de diseño buscan fomentar la autonomía en los niños y en los mayores permitiendo que ambos estén juntos y satisfagan sus necesidades de contacto social sin que el espacio obstaculice la compatibilidad de actividades.

 

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