En este proyecto de Eco-Housing para la promotora levantina Somium hemos propuesto una investigación sobre como los standares medioambientales procedentes del centro de Europa (Passive haus) o Norte America (GBC) pueden ser adaptados al clima Mediterráneo y a un estilo de vida que busca, fundamentalmente, el disfrute de las área exteriores y el cuidado personal. Uno de los aspectos más hermosos de estas viviendas es que cada habitación interior se completa con un espacio exterior, planteando estancias que, en realidad, completan su función mediante la combinación de media
área interior y media área exterior. El tandem de estas parejas de espacios proponen al habitante un saludable programa diario, en cualquier estación, donde todas las horas del día son aptas para conectar con la naturaleza y escuchar y atender las necesidades de cuerpo y espíritu. Así, las habitaciones tienen salida directa a áreas dedicadas a la meditación y el yoga, la cocina exterior permite elaborar alimentos con los pies mojados tras salir de la piscina o la presencia de una alberca inspirada en el onsen japones permite el baño exterior contemplando los colores del atardecer de otoño.
El respeto al medio ambiente ha guiado la selección de los métodos constructivos utilizados en la arquitectura, la urbanización y el paisajismo. Los muros de la vivienda se componen de termoarcilla vista al interior y SATE derivado del corcho natural al exterior, ambos producidos localmente, maximizando su capacidad aislante y minimizando las emisiones, residuos y transporte de su fabricación y puesta en obra. Se han adoptado todas las medidas pasivas (optimización de orientación solar, ventilación cruzada, uso de la radiación solar directa, control de la inercia térmica y de la estanqueidad) y activos (empleo de energía solar y geotermia) para minimizar el consumo energético. El tratamiento exterior de la parcela incorpora medidas de control de la erosión y una política de plantaciones que pretenden recuperar el modelo de encinar y pinar autóctonos. El uso de áreas de urbanización exterior biodiversas no solo beneficia a los humanos, también favorecerá que búhos, azores, culebreras y busardos sigan sintiéndose bienvenidos en la urbanización manteniendo el carácter de especial protección de aves que ostenta el Parque Natural de la Sierra de Escalona y Dehesa de Campoamor.
Otro de los grandes objetivos del diseño ha sido apostar por el cuidado de la salud y el descanso del habitante, al que hemos envuelto con materias primas de origen natural: el barro, cerámica, la piedra, la cal, la madera corcho y las más de 70 especies vegetales. La presencia diaria de cuerpos de agua naturalizados, como nuestra piscina ecológica o los estanques que recogen el agua de cubierta, así como la convivencia con materiales que estuvieron vivos y el contacto con plantas han demostrado beneficios efectivos en la salud, en el disminución de hormonas asociadas al stress, en la más rápida recuperación de pequeñas enfermedades y en la prolongación de la esperanza de vida.
