El objetivo de este proyecto es la rehabilitación del Castillo de Garcimuñoz en la provincia de Cuenca y la introducción de nuevos usos para asegurar tanto la conservación física del inmueble como su utilidad social. Aspectos claves de su diseño son:
– Hemos diseñado algo que se parece a un sistema ortográfico. Diferentes circunstancias históricas, sociales y culturales han hecho del Castillo de Garcimuñoz un espacio constituido por multitud de fragmentos incompletos. La propuesta se comporta como un sistema ortográfico: las nuevas piezas arquitectónicas son tan pequeñas y ligeras como los puntos y las comas de un texto. Su colocación contribuye a comprender el intrincado legado histórico. Diferentes estrategias y grupos de materiales permiten separar perceptivamente elementos que proceden de diferentes épocas, contribuyendo a la claridad de la datación histórica. Casi todos los elementos incluidos en el proyecto pueden ser transportados por dos personas y todos pueden ser desmantelados. Se trata de un proyecto completamente reversible. Desde el punto de vista tectónico, la intervención se asemeja más a un mobiliario adherido al inmueble que a una nueva construcción. Esto permite no solo una futura incorporación de otros usos, sino también futuras actualizaciones del equipamiento con importante presencia de usos digitales y traslado de elementos obsoletos a otros emplazamientos.
– La arquitectura se comporta como un fantasma ‘sostenible’. El Castillo de Garcimuñoz es un pequeño municipio y esto implica una limitación en los recursos disponibles. El Gobierno Español ha financiado la reforma principal y el pequeño Ayuntamiento del pueblo ostentará la responsabilidad de su mantenimiento. La ubicación del municipio, justo al lado de la autovía A-3 que une Madrid y Valencia, asegura un gran volumen de visitantes en las épocas estivales. La combinación de escasos recursos y de un flujo de visitantes estacional ha constituido un aspecto crítico en la redacción del proyecto. La decisión más inmediata, que se deriva de estas condiciones, es la minimización del área que requiere aporte energético y la adaptación de los usos a lo largo del año. La mayor parte del espacio útil se usará los días en que la buena climatología y las medidas pasivas adoptadas lo permitan. Las diferentes estrategias bioclimáticas buscan que le mantenimiento del edificio sea muy barato, buscando que pueda cubrirse con la pequeña cuota de entrada y los ingresos derivados de las actividades culturales. El uso general del acero galvanizado, la eliminación sistemática de las uniones soldadas y la aplicación de tratamientos superficiales que garantizan la respiración y la longevidad de todos los materiales buscan, asimismo, la minimización de los gastos de mantenimiento.
Además de los citados intereses, el proyecto ha requerido un importante esfuerzo investigador al estudio, a los contratistas y al promotor. La adaptación de los criterios de accesibilidad, la interpretación ad-hoc de las normas tecnológicas y de protección de patrimonio vigentes, la puesta en valor de la tradición mediterránea en cuanto al uso del espacio abierto y a la ampliación de actividad a las horas nocturnas en verano, la adaptación de las técnicas constructivas a la presencia ubicua de restos y la necesidad estricta de desmontabilidad, el respeto escrupuloso al presupuesto existente, la incorporación de programas de alfabetización digital y otros muchos aspectos invitan a entender esta arquitectura dentro de proyectos y áreas de investigación de mayor envergadura y relevantes social, cultural, medioambiental y técnicamente.