La propuesta rinde homenaje al Rastro, una de las visitas más intensas desde el punto de vista de la experiencia del turista en Madrid.
El Rastro es un mercado al aire libre que se celebra los domingos y festivos en el centro histórico de Madrid, en el popular barrio de la Latina. Se trata de un mercadillo con más de 400 años de historia en el que se pueden encontrar tanto objetos cotidianos como curiosos artilugios, todo ello envuelto en un ambiente muy animado, casi pintoresco.
El stand procura ofrecer una experiencia variada e inmersiva como la de comprar y curiosear en el Rastro. Esa es la razón por la que el stand cuenta en el centro con una gran plaza para eventos. Esta gran plaza está rodeada por dentro y por fuera como si de una “piel” se tratara en la que muchos elementos expositivos están integrados, aportando a través del color una mayor calidad en los acabados y una imagen más acogedora. Entre elementos expositivos están los balcones signo de la apertura y permanente recuerdo del clima de la ciudad. En muchos barrios del centro, los habitantes miman verdaderamente sus balcones y el stand les rinde homenaje a ellos, al Madrid anónimo, como a tantas personas anónimas que son el mejor aliciente para visitar Madrid.
Desde el proceso de diseño se han incluido los principios medioambientales que pretenden contribuir a la lógica denominada economía circular utilizando material de derribo, así como el mobiliario urbano ya producido por el Ayuntamiento de Madrid. Dando una segunda vida a objetos cotidianos y usándolos de otra forma o procurando que los elementos expositivos sean útiles a entidades públicas después de la feria. Igualmente se promueve el alquiler de estructuras y equipamientos y cuando se necesitan materiales nuevos se usan los de menor impacto. Por último, se promueve el uso de la bicicleta utilizando ruedas y componentes como elementos de construcción contribuyendo al compromiso con la cultura ciclista de Madrid.
